CIERRA TUS OJOS
ARISTARCO AVILA Y ABIGAHIL ANGELES SILVA
Desde el momento en el,
Que extendiste tus brazos,
Tus dedos y vi. tu quijada.
Quise enredarme sutil,
Entre la musa de tus poros
Y tus manos.
Y alcanzar a ver,
Si eras capaz de adormecer,
Los gritos de mi Aurora entumecida
Y convertirles en canela de cristal
Que danza sobre música tranquila
Que la luna observa
Aby
En el Instante que vi.,
esa luz de la luna,
en tu mirada
sentí que viviría,
lo que no se ha escrito,
Mi ocaso, tuvo vida ¡¡
La brisa de
tus palabras,
salpico mi locura,
cada parte de ti,
fue el mapa perfecto de mi alma,
Vibre ante la melodía de tus brazos
Sigo ahi, aquí en la senda de tu gloria
A.D.
Si, Reverbere...
Quede sin aire y pérdida.
Quede como estatua a la vez,
De mi sonrisa escondida
Clavase el ojo que busca tales
Sueños de terruños lejanos
En la sola imagen que es observada...
Que me rindo,
Sin querer me rindo
En contra de una voluntad,
Se me caen las rodillas
Una vez más,
Tal vez dos...
Tres... Ante como el cielo,
No tiene espacio para una estrella,
Como esta, que camina sobre tierra...
Aby
En esa sonrisa escondida
en ella encontré la Paz ,
Eso, es lo que mi ser
encuentra en ti.
¡¡No desfallezcas!!
Dueño mío,
¡¡No te rindas!!
Protector de mis noches.
La bravía de mi nostalgia
se hincó, ante ti.
La sed, de mis nirvanas
locamente llenas,
con el néctar de tu hombría
A.D.
No desfallezco ángel mío...
No desfallezco...
Me recuesto lentamente sobre,
La tierra en donde
mis pies olvidaron caminar,
Mi espalda carga herida doble
Y espero algún fuego desnudo
Que cicatrice los quejidos del no encontrar...
No me deleito al mirar mis huesos,
En llamarme a mi mismo,
guardián de tu cielo oscuro...
No tengo ni fuerza melosa,
arraigada a mi alma...
Por eso,
Por eso al ver tus pies,
quise enredarme en tu musa...
Aby
Velare tú descanso
Dueño mío,
Estás en mi regazo,
recobrando el suspiro
retenido.
Nuestra cómplice,
nos ilumina,
su brillo
nos hechiza.
Nuestra Luna
nos embriaga.
Cierra los ojos,
hombre mío.
Y deja en Paz tú Alma
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