Le hablo a usted,
que es el pedazo que faltaba a mi vida.
Le acarició en su fotografía
aunque me tomé el alba.
Le hablo a usted que me consiente,
quiero dedicarle una vida de mi tiempo,
por volverme niña en toda su sonrisa
y mujer sobre su lecho.
Le suspiro a usted,
que me regala rosas con su mirada,
y música con su voz.
Le miró a usted,
que con el roce de sus manos
despertó la pasión
y dobló mi desolación.
Le habló a usted,
que en veces es fantasma
y en otras inspiración.
Le esperó
sólo a usted,
el alma de mi motivación.
Abigahil Ángeles Silva ®.