Dos cuerpos desnudos, una vulva, un verbo,
dos poetas.
Ella:
Muero a diario renazco al instante,
por la llamada de lo febril de mi selva negra
que me reclama los días de amor,
una espera que amordaza mis quejidos.
El:
… Leeré tus líneas cuidadosamente
las escritas y las del ser,
las de esa existencia que puedo abordar y gozar
las líneas que sudan y gimen ante mis placeres,
leeré cada renglón donde acentúas tus labios
traduciré a un lenguaje secreto.
Y en silencio
calmo y tranquilo,
recordaré,
cada verso escrito sobre tu piel.
Tantas veces en mi vida te venía oliendo,
otras tantas, mi alma amanecía húmeda,
de tanto buscarte, de tanto dibujarte en mi.
Mis pupilas dilatadas me guían
me acercó para provocar el vino de tu piel,
néctar de vida, jugo de mis pecados
motivo de mis cascadas.
Mi lengua abraza y envuelve la dureza de tu carne
salado en mi paladar,
pero tan dulce, para mis deseos
goza de mis exigencias, de mis caprichos.
Aún con el gemido contenido le susurro:
Tu desnudez:
es el poema que leo con las manos,
y amo con mi alma.
- Cuál amo, altivo, viril, generoso,
Ella:
Muero a diario renazco al instante,
por la llamada de lo febril de mi selva negra
que me reclama los días de amor,
una espera que amordaza mis quejidos.
El:
… Leeré tus líneas cuidadosamente
las escritas y las del ser,
las de esa existencia que puedo abordar y gozar
las líneas que sudan y gimen ante mis placeres,
leeré cada renglón donde acentúas tus labios
traduciré a un lenguaje secreto.
Y en silencio
calmo y tranquilo,
recordaré,
cada verso escrito sobre tu piel.
Tantas veces en mi vida te venía oliendo,
otras tantas, mi alma amanecía húmeda,
de tanto buscarte, de tanto dibujarte en mi.
Mis pupilas dilatadas me guían
me acercó para provocar el vino de tu piel,
néctar de vida, jugo de mis pecados
motivo de mis cascadas.
Mi lengua abraza y envuelve la dureza de tu carne
salado en mi paladar,
pero tan dulce, para mis deseos
goza de mis exigencias, de mis caprichos.
Aún con el gemido contenido le susurro:
Tu desnudez:
es el poema que leo con las manos,
y amo con mi alma.
- Cuál amo, altivo, viril, generoso,
tan dueño de mi y arrogante por su proeza:
Y con un silencio, después de sus jadeos,
una mirada que exclama más de mil promesas.
Ha escrito en mi carne:
Con ojos unos que dicen todo.
protagonista, eres de está historia.
He aquí, el secreto de mi piel
Abigahil Ángeles Silva ®.
Ha escrito en mi carne:
Con ojos unos que dicen todo.
protagonista, eres de está historia.
He aquí, el secreto de mi piel
Abigahil Ángeles Silva ®.
He venido Poeta, siguiendo el olor de tus letras,
ResponderEliminarsiguiendo la fragancia de tu don de mujer enajenada por el sentir que emana y fluyo hacia a mi, atrapandome, extasiandome, y haciendome uno mas de tus hermosos que te sigue en tu escribir...
heme aqui...