El,
se convierte en todos los hombres,
y puede contener la oscilación,
de todos mis mares.
El,
me monta,
en todas las metáforas existentes,
para irme lejos,
no voy al cielo
menos visitó el averno,
sólo melosa y tierna
me entierro en las rebeldías
de su mirada.
El, es
frío y fuego
agua y tierra
duda y respuesta
de nadie y mío
y tan mío,
más que, de él mismo
intangible y existente.
El,
lector y fiel
orador de mis cavidades,
dulce y profano
pañuelo de mis humedades.
Invención de mi mente
y sus necesidades.
Abigahil Ángeles Silva ®.
Eres muy profunda y tu soledad,importante y notoria.En tus versos,reafirmas,en una irrefutable logica todo lo expresado,esencia pura,en cada poesia tuya,alma lira!
ResponderEliminarGracias mi querido poeta
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