Soñé que me vestías con la luz de la luna
y provocabas
mis gemidos con la luz del amanecer.
Mi piel se enrojecía
cuál carmín
adornando mis encantos.
Arropándose con la tela
del vendaval
de esos suspiros,
esos,
que fluían
cada vez que me
sometías.
Y pausadamente
deseaba que mi boca,
se liberara y
naufragará
lentamente sobre tus secretos.
Continuar
con los jadeos de viento
sin importar despertar
a los fantasmas
del ayer.
Yo
ocultaba mis pupilas
para que nadie nos vigilará
y
fuéramos
sólo dos,
dos hambrientos
de sacrilegios
fuéramos
intimidad y secreto
carne y capricho
convertidos en placer
Abigahil Ángeles Silva ®.
Precioso amiga, besoss
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