(oleo JC Manjarrez)
Esto me hace prisionera
todo lo que veo y
lo que veo es nada
me ha quitado el sentir
envolvió mi corazón en oropel
me dejó con vida en el infierno
profanando mi paraíso.
Fue el cobijo de mi cuerpo,
sustancia de deseo
que escurre,
cae,
salpica con el primer beso.
Desgarro el eco nocturno que revela
el quejido del silencio
de las lágrimas desahuciadas
de mi rostro.
Mi ave de paso,
mi infierno personal
y mis ganas de amar.
No existe noche
que no te llame
que no te invoque
en algún sueño.
Aún sobre está penumbra
mi boca busca tus besos.
Él,
vació mi sangre
la lleno de un líquido espeso
sin olor
sin sabor
menos color
y aún así
... me vistió de amor.
Abigahil Ángeles Silva ®.
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