De esas veces:
Que reniego de la existencia del destino.
Hasta que el destino se vuelve una mujer,
y la naturaleza le cede el milagro y lo hace madre.
Destino tan mío,
eres ahora
tierra y mar
vida y muerte
luz y oscuridad
sangre y plasma
y en la eternidad de mi vida
tu,
me has convertido en padre y madre
... para siempre.
Abigahil Ángeles Silva ®.
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