Te nombro en mis recuerdos
y es el instante más dulce de mi melancolía
te imploro como el árbol al ruiseñor
así imperioso y perfecto.
Cuando grito por ti
es porque está desfalleciendo la aurora
en las colinas de la ausencia.
Cuando lloro por ti
imposible arrebatar el silencio
en el vaivén de la necesidad de sufrir
y bramar por ti,
cuando ni las estrellas lo alumbran
y mi piel lo ignora
porque te llamo
te llamo
y solo es tan mío la invocación
que en mi yo,
lo clamo
y siempre es tan adentro.
Te nombro a ti
por que al final
... solo me llamo a mi.
Abigahil Ángeles Silva ®
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