MUSAS AL DESNUDO
( a tres voces, Abigahil Angeles Silva, Viento Serena, Cynthia Rascovsky)
A la luz de la luna ellas danzan sus cinturas
al compás de los aullidos que desvisten sus pupilas
e incendian sus entre piernas.
Invaden sus tormentos
por ellos suplican
renacen en el abrazo de su excitación
quieren fuego,
hoguera
en la eterna lengua de sus encantos.
Viviendo los latidos lascivos de sus inconsciencias
juegan con sus pieles desnudas
dejando que el viento en un solo gemido las incinere y posea
es un hervor que las humedece, la hoguera y las entrona
y las vive
y las mata con displicencia.
No ha existido nunca un deseo tan altivo
no hay un intento mas cautivo al placer de la carne
que este que nace del mismo y para el mismo sexo
Pues es murmurar orgasmos en los suspiros del epitelio.
Y versé en el fuego de sus ojos
Y escurriéndose ante la fricción de su piel
hechizadas por su aroma disfrazado de caoba,
Cedro, ébano, que sé yo
figurándose silabas de placer
invitaciones a sus lecho.
Siendo clítoris fervientes de un entorno que arde
inquieren traviesas
gimen en el cometa orgásmico
de un libido aturdido.
Fragancias embriagantes abriéndose camino
en el paréntesis estrecho de sus núcleos.
Vagos aromas inquietando sus carnes muertas.
La vainilla y el sabor canela de la noche,
prologando y edificando los febriles deseos.
Tres musas desnudas ante la lealtad de sus placeres.
Extasiando el universo de un abstracto vaginal
siendo esperma de gloria en un teorema
mayúsculo de un todo mujer.
Tres poetas delirantes que se funden en una sola piel
dejando al intemperie las lascivias de sus fuentes.
Mientras ellos
quienes día a noche en sus escritos las poseen
derraman su sudor amargo sobre el alquitrán
soñando con ellas
más nunca de su sueño en el rió regresarán.
vivando contornos, luceros y aguaceros, humedeciendo cada suspiro en el eyaculado deseo de ser agua de presa.
Soltando cada gota en la fase del alba para ser tres divas de letras y senos.
senos, vulvas y almas.
Siendo ellos
que solo a la distancia pueden tenerlas
más nunca poseerlas
solo el néctar de la tinta en sus poros
mientras ellas dibujan fantasías y ensueños.
Y ellos suspiran a solas, sus embelesos
dándonos como bandera la sabia de sus tactos.
Tres... mujeres , perpetuamente poesía
La gloria vestida de hembra